¿Qué podemos hacer para salvarnos del consumismo y, de paso, salvar al medio ambiente de tanta contaminación? Sencillo: no regalando cosas, sino experiencias.

Viene septiembre y, con él, el Amigo Secreto. Luego vendrá diciembre y, con él, la Navidad. Y empezaremos otro año repleto de cumpleaños, aniversarios, matrimonios, baby showers y otro montón de excusas para llenarnos de plástico y basura.

Siempre he estado convencida de que no hay nada mejor que regalar una buena experiencia, en vez de un objeto. Lo material se acumula en los apartamentos, lo vivido no.

Y sé que puede sonar cliché, pero no hablo de abandonar la costumbre de regalar, de vez en cuando, un buen libro, un vestido o un par de zapatos. De lo que sí estoy convencida es de que más de la mitad de los regalos materiales que damos a nuestros seres queridos, podrían convertirse en experiencias y serían muchísimo más valorados.

Te voy a dar algunas ideas para que cambies el chip y empieces a regalar recuerdos, no plástico. Por el presupuesto no te preocupes, que las alternativas están divididas según el dinero que quieras invertir:

¡No tengo dinero para esas cosas!:

Mmmm, creo que puedo gastar un poquito más:

¡Esta vez, tengo un gran presupuesto!

¿Quieres regalar un viaje sorpresa? Entonces no te puedes perder este video:

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