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Hablar del restaurante Tramonti en Bogotá, es conectar el corazón de los capitalinos con un lugar hermosos, lleno de calidez  y romanticismo. Es además un referente turístico y gastronómico de la capital, gracias a que se encuentra enclavado en los  hermosos cerros nororientales, desde donde puede tenerse una vista privilegiada de la ciudad y sus  coloridos atardeceres.

Su origen se remonta a una pequeña empresa familiar que comenzó en una casa en la vía a La Calera, cuya arquitectura evocaba las cabañas de los bosques alpinos del norte de  Italia. La madera, los techos cubiertos de paja y los grandes ventanales,  que permiten tener una vista panorámica de la ciudad a cualquier hora del día o la noche, siguen siendo su sello de identidad hasta el día de hoy.

¡El próximo 25 de octubre esta historia cumple 40 años ! Un aniversario que representa  el crecimiento y la consolidación de una tradición familiar que involucra a  tres generaciones que han hecho de la cocina un arte de buen gusto, placer  y excelencia.

 

Y la forma de celebrarlo no podía  ser otra que  una “Gran Cena de aniversario”.  Una noche llena de alegría, magia, gastronomía y networking con un menú  mediterráneo  preparado a cinco manos por tres chefs invitados y dos locales, show, DJs  y música en vivo. Todo enmarcado en la más tradicional decoración italiana, que rendirá homenaje a los ancestros italianos de la familia Peresson,  quienes llegaron al país después de la segunda guerra mundial  y encontraron en Colombia el lugar apropiado para recomenzar sus vidas y darle forma a sus sueños y esperanzas.

Tramonti quiere hacer de esta cena , un evento con propósito  social  donando un porcentaje de lo recaudado a la Fundación LOVENET,  la cual se encarga de llevar suplementos nutricionales, agua y mucho amor a cientos de niños en condiciones vulnerables en La Guajira. Esa noche se rifarán dos cupos de voluntariado para ir a hacer entrega de las ayudas recolectadas en este evento especial.

 

TRADICIÓN Y CONSOLIDACIÓN FAMILIAR

En 40 años la ciudad se ha transformado y hoy la urbe toca los linderos de los cerros que circundan la Sabana de  Bogotá. Sin embargo, en medio de bosques de pinos y eucaliptos,  permanece intacto el espíritu con el que fue creado el pequeño  restaurante que nació del esfuerzo de Humberto Aguirre y su esposa Beatrice Peresson. El paso del tiempo ha visto el crecimiento y la consolidación de Tramonti, como una empresa que ha sabido enfrentar los retos e interpretarlos para gestar cambios que les permitan evolucionar y mantenerse vigentes.

Actualmente, Angela Aguirre Peresson, representa a la segunda generación familiar y es la persona que ha enfrentado en los últimos años  los constantes retos que trae la  creciente oferta gastronómica de una ciudad  cosmopolita como Bogotá. Ella afirma que “ “Permanecer vigentes durante 40 años no ha sido una tarea fácil. Hemos tenido que fortalecernos al interior de nuestra empresa, innovar, comunicar de una manera más poderosa en nuevos canales y tener siempre una mente y actitud abierta al cambio”.

Al igual que una receta de refinada culinaria, Ángela Aguirre ha sabido mezclar lo arriesgado e innovador  con lo clásico y  tradicional: “Tramonti ha variado su menú en los 40 años de historia múltiples veces. Sin  embargo, ha conservado sin variaciones aquellos platos que lo han hecho único y que son reconocidos por nuestra clientela habitual. Es lo que llamamos Tramonti Origen”.

“En este momento toda la oferta de productos y servicios se ha renovado, al igual que nuestra imagen corporativa. Estamos estrenando una nueva carta a partir del 1º de octubre de la mano de nuestro nuevo Chef Julián Ángel,  quien vino a diseñar nuevos platos en un laboratorio creativo junto a  nuestro Chef Oscar Rueda.”

NUEVOS  VIENTOS

Después de 40 años Tramonti no solo es restaurante sino también un reconocido Centro de Eventos con siete salones de diferente capacidad para la realización de eventos sociales y empresariales. Recientemente se inauguró  una terraza  enclavada en la montaña y se está  diseñando una estrategia para que nuevas generaciones conozcan este emblemático lugar que hace parte de la historia de sus padres y abuelos.

Y precisamente, con un aire renovado y juvenil   se integra a Tramonti, Daniela Baena,  representante de la tercera generación de la familia. Desde pequeña entraba a la panadería y pastelería para hacer galletas y postres de la mano de su abuelita Beatrice. Hoy es una reconocida pastelera a nivel mundial, master en pastelería y cocina dulce del Basque Culinary Center y quien trabajó en el segundo mejor restaurante del mundo con los hermanos Roca en el legendario Celler de Can Roca en Girona, España. Ella  es quien inspira y asesora la  propuesta dulce del restaurante.

Tramonti,  es una derivación del vocablo italiano “Tramonto” que significa “atardecer”.  Sin duda, su nombre fue inspirado en los mágicos y apacibles atardeceres bogotanos que se divisan desde la montaña que ha sido testigo de esta historia de emprendimiento familiar, esfuerzo, amor  y pasión por  el arte culinario, que  hoy cumple 40 años.

 

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