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En estos tiempos de agite social, saturación de información en el mundo digital y nuevos cambios en el mundo, en donde la indiferencia humana ha subido de tono y en algunos países la guerra y los conflictos por el poder parecen ganar la batalla,  es cuando la humanidad debe retornar por las sendas del ‘poderoso valor del respeto’, el planeta llora porque se ha perdido el respeto, por la vida, por la humanidad, la naturaleza, los animales en fin…

Es cierto que muchos seres humanos padecen sufrimientos y que a veces suceden cosas desagradables que nos podrían estresar en lo cotidiano, que se presenta retos y desafíos que nos pueden sacar de las casillas, sin embargo, el respeto es un valor que debe ser apreciado y practicado cada día en todas las latitudes del planeta.

Uno de los principios más poderosos que nos dejó el maestro, Jesús, conocido como la regla de oro: ‘’No le hagas a los demás, lo que no te gustaría que te hicieran a ti’’. Sin embargo, en la corriente de lo cotidiano se va olvidando y por lo tanto, hay que recordar que el respeto, es uno de los valores fundamental que sostiene a la sociedades y que se convierte en la columna dorsal de las interacciones humanas, las relaciones personales, laborales, profesionales, diplómaticas entre Naciones etc…

¿Qué significa respeto?

Podría definirse como el reconocimiento del valor intrínseco de cada individuo. Implica tratar a los demás con dignidad, consideración y cortesía, independientemente de sus diferencias. El respeto no solo se manifiesta en palabras, sino también en acciones; es un reflejo de nuestra actitud hacia los demás y hacia nosotros mismos.

Gracias al respeto:

Se fortalecen las relaciones: el respeto es la base de cualquier relación sana, ya sea en el ámbito personal, profesional o comunitario. Cuando las personas se sienten respetadas, se establece un ambiente de confianza y apertura que facilita la comunicación y la colaboración.

Fomenta la diversidad: En un mundo cada vez más multicultural, el respeto es crucial para valorar y apreciar las diferencias. Aceptar y honrar la diversidad enriquece nuestras vidas y nos permite aprender de las experiencias de los demás.

Promueve el don de la empatía: Practicar el respeto nos ayuda a desarrollar empatía. Al reconocer las emociones y experiencias de los demás, podemos conectar a un nivel más profundo, lo que nos convierte en mejores amigos, hermanos, padres, hijos, familiares, colegas, compañeros de trabajo, vecinos y por supuesto ciudadanos.

Crea un entorno positivo: En lugares de trabajo y comunidades, un ambiente de respeto promueve la motivación y la satisfacción. Cuando las personas se sienten valoradas, están más inclinadas a contribuir y colaborar.

Hace poco participe en la organización de un evento, como asesora de prensa y tenía que recibir invitados internacionales, una de las personas del equipo era extranjera, venía de un país cercano al nuestro por los lados del Cono Sur, no obstante, en un momento de estrés se le olvido que era una visitante, a quien recibimos con mucho cariño, pero seguro por el estrés comenzó a dar ordenes a los gritos, así que tuvimos que poner límites, para recordarle que el respeto, así seas de la patogonía o del polo norte y posea títulos nobiliarios, fama y gloria,  el respeto, es un valor que fomenta la buena comunicación, el trabajo en equipo, la empatía, la solidaridad, y el amor por cada compañero e individuo que se nos cruce en la vida.  Al final el valor del respeto, te enaltece en la élite de las personas más sofisticadas y educadas del planeta. Eso es educación y es hora de volver a retomar esos hábitos.

Por ello, para cultivar el respeto, debemos: escuchar activamente. Prestar atención a lo que los demás dicen y responder de manera adecuada demuestra que valoramos su opinión, practicar la cortesía: Los gestos simples de cortesía, como decir «por favor» y «gracias«, pueden tener un gran impacto. Estas pequeñas acciones muestran consideración y aprecio hacia los demás. Siempre he dicho que son palabras mágicas que tocan hasta los corazones más duros.

Es clave reconocer las diferencias, aprender sobre las culturas, formas de pensamiento y perspectivas sobre como los demás observan el mundo y su vida. Mostrar interés por las experiencias de otros ayuda a crear un ambiente de respeto mutuo, también apoya ser auténtico: El respeto comienza por uno mismo. Cuando nos respetamos a nosotros mismos, es más probable que respetemos a los demás. Esto implica reconocer nuestras propias necesidades y límites.

Es primordial aprender a resolver conflictos con respeto: En situaciones de desacuerdo, es fundamental abordar el conflicto con respeto. Esto significa evitar ataques personales y centrarse en los hechos o circunstancias en lugar de en las personas.

La pregunta del Coach: giovannafuentes@yahoo.com

¿De qué manera cultivas el respeto por ti mismo?

¿Qué ejemplo le das a tu hijo al invocar el poderoso valor del respeto?

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