Desde que existe la humanidad, también existen la verdad y la mentira. Así como existen la luna y el sol, lo femenino y lo masculino, el yin y el Yang.  En fin, el acto de mentir puede acarrear con repercusiones insospechadas en la vida de un ser humano. Quizás a través de los tiempos, la humanidad se ha preguntado una y otra vez, porqué o para qué la gente miente. Desde las pequeñas evasiones diarias hasta los engaños más elaborados, el acto de mentir es una parte intrínseca de la interacción social. Pero, ¿qué motiva a las personas a decir mentiras?.

Desde el enfoque de Carl Gustav Jung, el destacado psicólogo y psiquiatra suizo, la mentira se puede ver desde la sombra, esa parte de la psique humana que representa los aspectos reprimidos o no aceptados del yo. Entonces desde esa perspectiva las mentiras podrían surgir cuando un individuo proyecta esa parte oculta de sí mismo, en otros, en lugar de enfrentarlos directamente.

Recuerdo que cuando niña escuchaba decir a mi madre y las abuelas de la época, un refrán popular ‘’que primero cae un mentiroso que un cojo’’.   Esto para explicar que siempre una mentira, quedará al descubierto por más tiempo que se trate de ocultar.

Las motivaciones para que una persona mienta son diversas:  Una de las razones más comunes es evitar consecuencias negativas, se acude a una mentira para eludir el castigo o las consecuencias de los actos, la vergüenza o la crítica.  En una de las sesiones de coaching, algún coachee me confeso que le mentía a su esposa, pero que lo hacía para no enfrentar la verdad de sus acciones ya que salía con otra persona.   Al final esa mentira, se vino abajo, pues quizás cuando se trabaja en el desarrollo de consciencia, se tiene claro que nadie te miente, sino que se mienten a sí mismos. Estas mentiras están motivadas por el ego, y por el nivel de consciencia del ser humano.

Lo preocupante es que mentir es una de las constantes humanas que puede terminar haciendo daño a sí mismo y a otros. Según los expertos, se miente para evitar consecuencias negativas. A veces las personas mienten para evitar el castigo, la vergüenza o la crítica. Por ejemplo, un estudiante podría mentir sobre no haber tenido tiempo para estudiar para evitar perder un examen.  O incluso un empleado podría ocultar errores para evitar que el jefe le llame la atención o por vergüenza o por temor a perder su empleo.

En ese caso la mentira actúa como una estrategia de defensa para minimizar el impacto negativo en la vida del individuo. También se miente para evitar el dolor ajeno. No todas las mentiras están motivadas por el egoísmo. A veces, las personas mienten para proteger a los demás de un dolor innecesario.  Sin embargo, hay que tener cuidado porque las mentiras se pueden convertir en parte de tu realidad y quedar atrapada la penosa costumbre de mentir, sin importar los sentimientos de otros seres humanos, o  las circunstancias por las que atraviese una persona, con tal de hacer daño.

En la vida, todos los seres humanos tenemos que invocar la ética en todo lo que hacemos, es verdad que existe dilemas entre la mentira y la verdad, por eso hay un hilo delgado entre mentir con una intención y una mentira como la llaman ‘piadosa’.  Lo importante es recordarse que un acto de sinceridad, sigue siendo más importante que estar escondido entre misterios que al final se terminarán develando.

Así las cosas, la mentira en sus diversas expresiones refleja la complejidad de la condición humana y las múltiples facetas de la interacción social. Desde la protección personal hasta el beneficio propio, las razones para mentir son tan variadas como las situaciones en las que se manifiestan. Sin embargo, a pesar de sus motivaciones, la honestidad, sigue siendo un valor fundamental para construir la sociedad, relaciones de confianza, dado que cuando una persona coge fama de mentiroso, su vida podría complicarse y la persona terminar creyéndose sus propios cuentos.

Por ello, hay que invocar el poder de la honestidad para construir una sociedad más equilibrada, más sincera, más humana ya que los actos de corrupción se esconden en las mentiras.   Es mejor aprender con asertividad a sostener conversaciones incomodas y sinceras que a excusarse en la mentira.

Pregunta del Coach:  giovannafuentes@yahoo.com

¿Cuál ha sido esa mentira que te ha hecho sufrir?

¿Cómo está consciencia con relación a las mentiras?