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En la medida en que una Diosa va despertando se da cuenta de que además de hacer un viaje hacia su mundo interior, también debe sanar sus relaciones con sus antepasados, dado que quizás no está viviendo su vida, sino guardando lealtades a su clan familiar. Como en la película sobre las constelaciones familiares, donde alguna situación que vivimos en el momento presente, tiene que ver con algún secreto o experiencia de nuestros antepasados.
En ese contexto es clave que nosotras mujeres también nos reconciliemos con el vientre femenino, que aprendamos a sanar y crear una relación saludable con nuestro útero o matriz, ya que ha sido considerado a lo largo de la historia como el centro de la vida y la creatividad.
En la mayoría de culturas, el vientre femenino, tiene que ver con la creación y también con lo sagrado, no solo por su función reproductora y de gestación, sino por su poderosa conexión con la identidad femenina, lo bello, lo que se crea, lo que rinde frutos, y por supuesto con la salud integral.
Hacer consciencia de la sanación del vientre femenino es un proceso profundo que no solamente tiene que ver con lo físico, sino también con la sanación del clan femenino de las mujeres de nuestros antepasados. A veces en la sociedad y en el mundo del ego, y la prisa que se lleva en la vida, no se hace un alto en el camino para conectar y reconciliar con esa parte vital de la mujer. Durante años, se ha creado paradigmas y creencias que no apoyan el respeto por lo femenino, por lo sagrado. E incluso en algunas culturas lo femenino es tomado como un objeto. Las mujeres en la historia de la humanidad han sido víctimas de situaciones violentas y dolores maternales
En la antigüedad la violencia contra la mujer estaba frecuentemente justificada por normas culturales y religiosas. En algunas sociedades las mujeres eran consideradas como un objeto de propiedad del género masculino, ya fueren padres o esposos. En la antigua Grecia, hasta las mujeres más hermosas o ninfas eran ofrecidas a los dioses.
Es por ello, que hoy las mujeres del siglo XXI, estamos llamadas a ejercer un rol en donde se recupere el poder de lo femenino, como diosas que somos, y con ello, no estoy hablando de identidad de género, estoy hablando de lo sagrado de lo espiritual, del poder femenino de la creatividad, porque en el universo existen las dos polaridades la femenina y la masculina.
Como Coach he observado en mi labor en el mundo corporativo, que la sanación de lo femenino esta desequilibrada, y que es clave que tanto hombres como mujeres construyan espacios en el reconocimiento de lo femenino, de lo sagrado, de la creatividad y de lo que conjuga en la vida misma el poder de lo femenino.
Es por ello, que la sanación del vientre femenino es un proceso profundo que contempla aspectos físicos, emocionales y espirituales, y puede llevar a una mayor armonía y vitalidad en la vida de una mujer, y su familia, pero a su vez también en la sociedad. Es un cambio de perspectiva, donde no solamente es hacer un análisis o sanación del clan, de los antepasados, sino de transformar la sociedad, de honrar lo femenino, con respeto, amor y armonía, y comprender que el yin y el yang confluyen en el equilibrio y cosmología del universo.
Pasos para la sanación del vientre femenino
El primero, es reconocer la conexión entre el cuerpo y la mente. Muchas mujeres experimentan tensiones, traumas o emociones reprimidas que pueden manifestarse en el área del vientre. Estrés, ansiedad y experiencias emocionales no resueltas pueden provocar disfunciones en el sistema reproductivo, como dolor menstrual, síndrome de ovario poliquístico y endometriosis, entre otras causas, dado que cada dolor físico, está conectado con situaciones del pasado, o experiencias traumáticas sin resolver, o heridas de la niñez.
La práctica de la meditación y la atención plena puede ayudar a desbloquear estas emociones reprimidas y facilitar una mayor conexión con el propio cuerpo. Técnicas de respiración profunda, visualización y relajación pueden ser herramientas poderosas para calmar la mente y promover el equilibrio emocional.
Segundo paso la nutrición
La alimentación juega un papel crucial en la salud del vientre femenino. Una dieta equilibrada rica en nutrientes, vitaminas y minerales puede apoyar la función óptima del sistema reproductivo. Alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras frescas, así como aquellos ricos en ácidos grasos omega-3, pueden reducir la inflamación y promover un entorno saludable para el útero.
El estilo de vida también influye en la salud del vientre. La práctica regular de ejercicio, el mantenimiento de un peso saludable y la reducción del consumo de alcohol y cafeína son aspectos importantes para el bienestar general. Actividades como el yoga o la danza pueden ayudar a mejorar la circulación en el área del vientre y fomentar una sensación de bienestar.
Tercer paso, prácticas espirituales y energéticas
En muchas tradiciones espirituales, el vientre femenino se considera un centro de energía vital. La sanación de este espacio puede incluir prácticas que trabajen con la energía del cuerpo, como la terapia de cristal, la acupuntura y la sanación con reiki. Estas prácticas pueden ayudar a liberar bloqueos energéticos y promover un flujo armonioso de energía en el área del útero.
El trabajo con el chakra sacro, que está asociado con la creatividad, la sexualidad y las emociones, también puede ser beneficioso. Meditaciones enfocadas en este chakra y la incorporación de afirmaciones positivas pueden fortalecer la conexión con la propia feminidad y fomentar una mayor autoestima.
Hacer un proceso de coaching de vida, para desbloquear desde el subconsciente experiencias y heridas de la niñez sin resolver y sin conciencia de ello.
Cuarto paso, el apoyo de otros.
La sanación del vientre femenino no es un viaje en solitario. Es la construcción de la energía masculina y femenina reconociendo el poder que habita en cada uno. He realizado talleres de sanación del vientre, en donde no solamente han participado mujeres, sino hombres, es una experiencia interesante, también se pueden realizar círculos de mujeres, entre otros espacios.
Apreciando el ciclo menstrual
El ciclo menstrual, es una expresión sagrada de la naturaleza femenina. Pero no solo por parte de la mujer, sino también del hombre. Es importante hacer consciencia de las diferentes fases del ciclo menstrual, para entender como mujeres nuestras necesidades físicas, espirituales y emocionales. Llevar un diario y conversar con nuestro cuerpo, con el ciclo menstrual, con la vagina, es un paso fundamental en el reconocimiento y poder de lo femenino.
Pregunta del Coach: giovannafuentes@yahoo.com
¿Qué relación tienes con tu utero, con tu vagina?
¿Qué tanto conoces tu cuerpo?
¿Cómo podrías contribuir en el bienestar tuyo y de la sociedad a partir de respetar lo femenino, y el poder que encierra en el universo esta energía de la creatividad?