El poder de cultivar pensamientos positivos para alcanzar nuestros sueños, metas y mejorar nuestro bienestar. Pero para mantener esos ideales a pesar de las dificultades es vital conquistar el hábito de cultivar pensamientos positivos.

Observar nuestros pensamientos y hacer consciencia de qué es lo que estamos pensando en cada instante es un hábito del que poco se practica.  La mayoría de personas piensa que los pensamientos ocurren de manera accidental.

Por lo que uno de los desafíos primordiales que cada ser humano puede afrontar está en conquistar nuestra propia mente y transcender las creencias limitantes y condicionantes con las que hemos crecido en la cultura occidental.

“Puede ser que todos los días no sean buenos, pero podemos conseguir algo bueno todos los días”.  -Anónimo-

La ciencia del “pensamiento positivo” suena cómo algo inútil, que no entra en las cuentas de un mundo competitivo donde hay que ganar por encima del otro. Pero aprender a cuidar y observar nuestros pensamientos va más allá de una moda pasajera de los gurúes del desarrollo humano.  Es toda una filosofía de vida.

En el ‘poder del ahora’ Eckhart Tolle, lo explica bastante bien.  No es la mente, o el mono loco de la casa quien nos gobierna, sino nosotros somos los gerentes de esa mente.  Entonces es fundamental enfatizar en la importancia de vivir en el momento presente y transcender los  pensamientos del pasado o del futuro.

Es obvio que  la mayoría de nosotros preferiría ser positivo en lugar de negativo. Pero  el concepto del pensamiento positivo se convierte en toda una filosofía de vida, que transciende el optimismo. La mente  a veces empieza a jugar un papel bastante desalentador cuando permites que tu crítico interno se apodere de ti.   Sabías que un ser humano al día tiene 60.000 pensamientos y que el 99% de esos pensamientos o ideas son negativos.   Entonces, aprender a manejar o gerenciar la mente es uno de los desafíos más fundamentales que debemos enfrentar para que la fuerza de del pensamiento positivo, se imponga cuando, se ha perdido el aliento.

El cerebro, siempre va a buscar permanecer en la zona de confort, es decir repitiendo o reciclando las ideas o pensamientos que tuviste el día anterior.   La ciencia del “pensamiento positivo” suena cómo algo inútil.  Es obvio que la mayoría de nosotros preferiría ser positivo en vez de pesimista.  Hay investigaciones científicas que señalan que la fuerza del pensamiento positivo, genera mucho más bienestar en la salud emocional de los individuos, que llenar los vacíos emocionales con compras superfluas, adicciones o comportamientos autodestructivos para huir del dolor.

Lograr observar la mente y estar  en el presente es un reto, entre otras razones por la misma inercia de la cotidianidad, donde se ha perdido la capacidad de asombro ante un nuevo despertar, un nuevo día, una nueva oportunidad para alcanzar los sueños, metas y o parar dar lo mejor de nosotros mismos, como seres humanos.  Entonces la gente tal vez piense que ¿para qué esforzarse por observar los pensamientos?.

Es cierto que no existe una escuela donde se le enseñe a padres a hijos, a cuidar los pensamientos y lo que decimos, las palabras que pronunciamos.  En la era del conocimiento y la información cada vez toma más relevancia el desarrollo de las habilidades blandas, como la inteligencia emocional, la escucha activa, la comunicación asertiva, el liderazgo consciente.   Tienes que saber que nuestros pensamientos construyen la realidad.   Sino lo crees observa todo lo que se ha creado en la humanidad. Alguien primero tuvo una idea en su cabeza, como por ejemplo: los teléfonos inteligentes y después esa idea se convirtió en realidad.

La fuerza de los pensamientos positivos crea valor real en nuestra vida y nos apoyan a fortalecer el crecimiento interior y las habilidades cognitivas y el desarrollo del hemisferio derecho, habilidades poderosas para mejorar la calidad de vida y el bienestar humano y dejar de actuar en piloto automático.

¿Pero cómo podemos conquistar nuestra mente?. No hay formulas exactas, se podría  comparar con un viaje a Marte,  pero sí se puede comenzar por dar pequeños pasos:

Poner el observador a trabajar.

Casi la mayoría de las veces actuamos en piloto automático, por eso poco somos conscientes de lo que pensamos y cómo puede este pensamiento incidir en nuestro estado emocional.

Estudios de la neurociencia, nos indican que es posible observar nuestro pensamiento y para ello, hacer consciencia de cómo estos inciden en nuestro estado anímico.

Entonces, es clave aprender a autoindagar- hacernos preguntas cómo pro ejemplo ‘¿qué es lo que estoy pensando? ¿ con qué emoción me conecta este pensamiento? ¿qué es lo que quiere transmitirte este pensamiento? ¿cómo reacciona mi cuerpo cuando pienso esto o aquello? ¿Cómo esta mi respiración es lenta o acelerada?

También es clave, saber que es solo un pensamiento y que lo puedo cambiar.  Porque como ser humano puedo elegir.  Al final del día, yo soy el que piensa.  

‘’Las emociones negativas estrechan nuestra mente y enfocan los pensamientos’’

Por lo cual es prioritario hacer conciencia, sí conciencia de cómo funciona nuestro cerebro, porque un pensamiento negativo, genera inmediatamente en el torrente sanguíneo una información y está información se apodera de nuestro estado emocional y se empieza a generar grandes cantidades de cortisol (la hormona del estrés).

Las investigaciones, han encontrado que los pensamientos negativos, producen emociones que generan un desbalance en nuestro  bienestar y por ende  programan el cerebro para desarrollar su papel primordial: la supervivencia, lo que hace que se genere una gran cantidad de cortisol, hormona del estrés que le impedirá a la persona ver nuevas posibilidades para reaccionar ante una situación estresante.

Sí, por ejemplo, estuvieras caminando y de repente aparecía enfrente de tuyo, un tigre, lo primero que haría es salir corriendo sin pensarlo dos veces, porque tu cuerpo generaría inmediatamente la adrenalina necesaria para sobrevivir, para huir del peligro.  No obstante, cuando en tu mente se presentan tigres ilusorios, la hormona del estrés se activa instantáneamente y para que vuelva a estabilizarse se necesita entre 6 a 8 horas.

Muchas personas en las empresas, sobreviven a diario a muchos tigres invisibles, que se presentan en forma de conflictos, un clima laboral denso, una emocionalidad constante de miedo-hay que señalar que en esto incide- la forma de dirigir de los líderes y jefes-desafíos de comunicación entre pares, entre otros aspectos.

Por ello, es vital que observes tus pensamientos y te conviertas en un coach de tu propia mente.

La pregunta del Coach: giovannafuentes@yahoo.com  ‘Transformáte’, un taller que te permitirá obtener distinciones sobre el poder de la transformación y cómo esto puede influir en el bienestar empresarial e individual. Más información escribir al correo.

¿Qué hábitos prácticar para cuidar tu mente?

¿Qué mejoraría en ti, si observarás tus pensamientos y emociones?

¿De qué te darías cuenta?