Jeremy Scott dejó que su imaginación volara tan alto que logró sacar a la luz pública sus más oscuros pensamientos acerca de la sexualidad, los cuales sirvieron como material para elaborar una colección que combina lo mejor de ambos mundos: el masculino y femenino.

Haciendo alarde de un par de chaquetas de motociclista, sombreros militares, pantalones ajustados y cinturones hechos totalmente en cuero, esta propuesta se torna en una declaración directa a vivir el lado salvaje de la moda, y a no sentir miedo de expresar las múltiples formas en que podemos divertirnos con ella.

Bolsos de mano en distintas proporciones y morrales en color negro hacen parte de los “objetos de deseo” de esta línea de ropa que, incluye una paleta de tonalidades que se debaten entre el azul marino, verde oscuro, gris y negro.

Y por supuesto, los abrigos también hacen presencia con una ligera modificación en la zona de la espalda, donde se puede apreciar un trabajo de estampación tan atrevido que cualquier rock star desearía utilizarlas de una.