Cuando decides avanzar y no hay nada que te detenga, cuando la zona de confort, ya no es confortable.
Metafóricamente sería como un tsunami de emociones, y te espera afuera una gran sacudida.
El mejor momento de la vida es cuando más confundido estás, porque estás cuestionando la existencia y permitiendo a tu vida generar un cambio que empieza en la mente y después desencadena momentos, que si escuchas las señales, te llevarán directo al siguiente nivel. Si no escuchas las señales, sólo terminarás aplazando el momento que tarde o temprano llegará.
Porque el sentimiento de cambio no se opaca con los días, no se desvanece jamás; solo se logra tapar, pero su luz siempre saldrá a sacudirte, a hacerte perder hasta la fe, hasta en el presente instantáneo. Todo esto, para que logres encontrar en ti, todas las respuestas que tu alma pide.
Así que escucha y sal a la intemperie, sin protección, más que con la certeza de que cada momento, cada lucha tendrá un sentido y una respuesta que sabrás en ese futuro en el que no recordarás ni un rasguño. Solo sentirás la satisfacción de haberlo afrontado.
Aires de cambio y de transformación. ¿Por qué no? Si podemos vivir tantas vidas en esta misma vida, podemos ser lo que nuestra mente e imaginación logre crear.
Ningún marinero se hizo experto en un mar en calma.
Salir y disfrutar del sacudón de emociones, de momentos que nunca esperamos mientras veíamos desde nuestra pequeña burbuja de cristal.