No hay nada más íntimo e inspirador que un poeta solitario despertando en soledad.
Creando historias salidas de pequeños detalles, de vistas desde la ventana, de sabores simples, de puertas desgastadas…
Que bello eso que se ve detrás de esas gafas, detrás de ese marco de las gafas, detrás de esos ojos que ven un mundo mágico en un lugar unísono y aparentemente quieto.
Que bello es el arte de sentir y poder metaforizar con elementos que nos hacen compañía cuando en realidad revelamos la soledad solo para crear poemas, porque jamás estamos solos, tenemos las letras y el sonido de las palabras que a su vez tocan la piel, la enchinan e inchan el corazón para darnos cuenta que jamas estuvimos solos, porque la mayor compañía, la más valiosa podría decir, somos nosotros y nuestros pensamientos que nunca se callan.
Quien solo se siente, no sueña, no ama y no ve más allá de un objeto apacible, sereno y pacifico, pero que grita historias.
SOL