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Nunca me había depilado por completo la vagina con cera. Había llegado hasta el bikini, como llaman en las peluquerías y centros de estética a la depilación parcial de la zona íntima de toda mujer.
Tomé la decisión de someterme a la tortuosa acción de depilarme toda, toda la cuca con cera, acción que demanda entre 20 y 40 minutos, según la experiencia de quien depila y del tiempo que lleve la vagina sin visitar la peluquería.
Todo comenzó cuando entré a una peluquería cerca de mi casa y pedí que me depilaran las piernas.
– ¿y el bikini?.. me preguntó la señora que tendrá unos 46 años de edad.
Tras unos segundos acepté una podada parcial como es lo usual. Sin embargo, cuando estaba en la camilla, le pregunté si era muy doloroso quitarse todos los pelos de allá abajo con cera.
– La señora de la peluquería respondió: “Algunas mujeres sienten cosquillas, otras se lastiman por su tipo de piel y otras cómo si nada; aunque eso es doloroso”.
– Me voy a depilar toda, le dije.
– La señora sonrío y con confianza me dijo: ¨quítese los pantys”.
Con la cuca expuesta por completo, como tanteando cómo me iba depilar, la señora tomó una cera escarchada, color azul, que jamás había visto y la puso en la parte derecha de mi pelvis. Ahí comienza la travesía por la depilación completa.
Me preparé mentalmente para sentir más dolor del acostumbrado cuando las mujeres nos depilamos. Me imaginé con la piel de mis labios inferiores caída y roja.
Con las piernas abiertas y la piel sonrojada identifiqué las partes de mi vagina más susceptibles a la depilación, y aunque no grité, como lo hacen algunas mujeres, no me reí, como hacen otras. Solo esperaba que el tiempo pasara rápido. En el fondo no solo el dolor me tenía algo estresada. El tener mi vagina expuesta a una desconocida, también.
Durante la conversación con la señora que me depiló, por primera vez, porque luego me depiló otra, con la mano más fina, con la que sentí menos dolor, indagué sobre las mujeres que acuden a depilarse la vagina, la cuca, el coño, el choco, como la llamen.
Este es el resumen:
Las mujeres acuden más a la peluquería para depilarse días previas a Semana Santa, diciembre y junio, fechas en las que hay más posibilidades de salir de vacaciones.
Una que otra mujer siente cosquillas cuando se somete a la depilación de su vagina. Entre risas y carcajadas, no me imagino excitada en un sitio de estos.
Hay mujeres que llegan a depilarse casi peladas. Es decir, les piden a las mujeres que saquen los pocos vellos que tienen en la vagina, lo que dificulta la labor, puesto que es más fácil obtener un resultado favorable y sin tanto dolor cuando los vellos han alcanzado cierto tamaño, luego de 25 0 un mes desde la última depilación y no tras solo 8 días. ¡Mujeres, pro favor!
Hay mujeres que al momento de depilarse pierden parte de la piel de los labios de la vagina por ser muy delgada. Aunque han sido advertidas de esto, siguen yendo a la peluquería a quitarse todos los pelos.
Toda mujer quiere que su pareja se la vea depilada, porque es la moda de higiene y belleza actual, yo la comparto. Sin embargo, hay quienes les gusta ver a su pareja con la vagina peluda.
En conclusión, ninguna mujer invierte entre 20 y 35 mil peso al mes en depilación vaginal, expone su vagina a una desconocida, se la deja tocar de esa desconocida y deja que esa desconocida le genera dolor sin un objetivo general claro, como lo es tener sexo.
Todo esto por sexo.
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vea pues
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JAJAJA INTERESANTE
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