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Irse de una relación siempre será más duro que quedarse. Irse implica soltar, implicar tomar distancia, volver a estar solo. Irse también implica fracasar, rendirse y perder. Por eso muchas personas prefieren quedarse atadas a una pareja, así está ya no tenga nada que aportar ni nada que decir. Nos quedamos porque irnos implica la muerte. La muerte de una relación a la que le dimos la vida, a la que construimos y a la que le llenamos todos los huecos con amor, con deseo, con esperanza.
Creo que todos hemos sido testigos de parejas a las que quisiéramos ver separadas. Nos preguntamos, ¿por qué, si tienen una relación de mierda, permanecen juntos?, y nos volvemos a preguntar, ¿por qué si son tan infelices no se separan? La respuesta es: porque irse duele y duele mucho.
Nadie nos enseña a irnos, hasta que se nos viene la avalancha encima y tenemos que decidir. Yo he visto a muchos morir entre la nieve.
Irse a veces es necesario porque peor que irse es quedarse, a pesar de todo el dolor que esto pueda implicar. Muchos psicólogos coinciden en que una ruptura sentimental se parece mucho a experimentar la muerte de un ser querido, solo que en la primera tenemos que convivir con la existencia del otro y, sobre todo, con la zozobra de que sea él o ella quien se enamore primero.
Irse implica también rendirse, soltar aquello que ya no podemos sostener, decir: “está bien perder”. Es un acto de humildad, de amor propio y de amor al otro. Creo genuinamente que, si las personas supiéramos irnos, nos podríamos ahorrar par años de dolor.
Hace mucho tiempo, hice varias entrevistas a personas que les rompieron el corazón y les preguntaba, “¿Qué crees que falló?, la respuesta de todos era la misma, “No haberme ido cuando debía”, porque irse también es un deber con uno mismo.
Esto no es una regla, las relaciones humanas son complejas y necesitan de muchos aditamentos para construirse: de paciencia, tolerancia, respeto, aguante, trabajo, entre otras muchas cosas que ustedes mejor que yo ya conocen. Y, a veces, vale la pena luchar, insistir, aguantar, pero a veces no. Para saber si deben o no quedarse en una relación, de cualquier naturaleza, podrán hacerse la pregunta que me hizo a mí, hace un tiempo, una psicoterapeuta: “¿Por qué estás en esta relación? La respuesta les puede sorprender.
que bueno que se mejore salu2345
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